Acciones
Para fortalecer sus áreas de sistemas y a su vez ofrecer cursos de educación continua a profesores de ingenierías, el Centro Regional de Formación Profesional Docente de Sonora (Creson) firmó un convenio con el Instituto Tecnológico de Hermosillo (ITH).
El rector del Creson, Luis Ernesto Flores Fontes, explicó que la institución tiene áreas de oportunidad para que estudiantes de los últimos semestres del ITH, especialmente de Informática o Sistemas Computacionales, puedan prestar su servicio social o realizar sus residencias.
También destacó la experiencia y capacidad del Creson en la impartición de capacitaciones para el profesorado, de lo cual podría beneficiarse el ITH gracias a este acuerdo.
“Tenemos un listado de cursos diversos que pueden ser de su interés, ahorita traemos muchos temas relacionados con la Nueva Escuela Mexicana, con la educación socioemocional, incluso con técnicas de docencia relacionadas con las nuevas tecnologías y demás”, refirió.
Rogelio Noriega Vargas, director del ITH, resaltó que esta colaboración será de gran relevancia para su comunidad educativa, porque ayudará a que las y los docentes adquieran nuevas habilidades pedagógicas, en beneficio de sus más de cinco mil estudiantes.
Durante la reunión, también se destacó la posibilidad de trabajar en redes de investigación, a través de los programas de posgrado que ofrecen ambas instituciones de educación superior.
Para favorecer el desarrollo de ambientes inclusivos desde la educación, 20 docentes de las ocho Escuelas Normales adscritas al Centro Regional de Formación Profesional Docente de Sonora (Creson) participaron en el curso de Lengua de Señas Mexicana (LSM), nivel 2.
En esta capacitación, las y los profesores reforzaron los aprendizajes adquiridos en el nivel básico, a través de clases teóricas y prácticas sobre historia y funciones de la LSM, argumentación, exposición y comprensión de textos, entre otros contenidos.
Martha Lizeth Tequida López, directora de Educación Continua del Creson, resaltó que el curso fue solicitado por los propios docentes, ante la necesidad de garantizar una comunicación efectiva con estudiantes con discapacidad auditiva.
Refirió que el taller se realizó con recursos de la Estrategia de Desarrollo Institucional de la Escuela Normal (Edinen), y en un futuro se espera ampliar la población objetivo, en beneficio de la formación docen
“Queremos que se sumen más personas y, ojalá, buscando las estrategias y las formas, podamos llevar este curso a lo mejor a otros lugares”, expresó, durante la clausura de las actividades.
El taller fue impartido por los profesores Jesús Enrique Villalobos Pereda, integrante de la comunidad sorda, y Daniel Martínez Gámez, egresado de la Escuela Normal Estatal de Especialización.
Los objetivos son claros: intercambiar conocimientos, estrategias y actividades de educación especial. Los viajes ilustran, y en la visita de alumnos y maestros de la Escuela Normal Estatal de Especialización (ENEE) a la Universidad de Arizona, el aprendizaje fue óptimo.
Jesús Adrián Astorga Duarte, subdirector de gestión de la ENEE, apunta: “La intención es que los estudiantes miren más allá, no sólo con lo que cuentan aquí en nuestro México, sino que vean otras posibilidades”.
Los criterios de selección se dieron mediante convocatoria, en la cual los alumnos expusieron sus argumentos para la intención del viaje. Un grupo de docentes evaluó las propuestas y posteriormente se hizo la elección de ocho participantes.
Nicol Armenta estudia la Licenciatura en Educación Especial y fue una de las seleccionadas para este viaje, del cual comparte lo que aprendió: “De lo mejor fue ver cómo el niño puede adquirir ciertos conocimientos de aprendizaje, cómo hacer hamburguesas, hacer trabajos que él pueda realizar, esto con el fin de que aprenda a cómo desarrollar su vida cotidiana”.
Otros temas también anidaron en la memoria de Nicol: “Sobre todo el trato con el niño con alguna condición especial, por ejemplo, en la primera primaria nos tocó ver que tienen separados a los niños, en un salón los niños con autismo, con su maestra de grupo, y tres asistentes más.
Se nos hizo raro porque ellos no tienen Centro de Atención Múltiple (CAM), todo es en la misma escuela, mientras que aquí en México se dividen por CAM, allá es todo junto”.
La estudiante normalista Johana Alejandra Borbón concluye que la educación especial que se brinda en la Universidad de Arizona es la misma que se ejerce en su escuela, salvo que, en cuestiones tecnológicas, Estados Unidos va varios pasos adelante.
“Durante mi experiencia me gustó mucho la parte que fue de un ganar-ganar: yo aprendo de ti y tú aprendes de mí. Nosotros, estudiantes de la Normal Estatal de Especialización, aprendimos esa parte de intercambio cultural al estar conviviendo con personas, practicando otro idioma, lo cual me gustó mucho porque me sacó de mi zona de confort”.
María José Obezo Barreras proyecta emoción en la mirada. Certera es la voz que emerge del recuerdo: “Mi visita a la Facultad de Educación en Arizona fue una oportunidad única para adquirir nuevos conocimientos y experiencias, conforme yo observé esto va a contribuir a mi formación como docente y estudiante”.
Su compañero Jesús René Arce Hurtado habla con ahínco. En su gesticulación se cuenta una historia de emociones. Su testimonio de principio a fin es la similitud al de un niño que descubre la vida al caer la lluvia.
“Conocer los recursos que manejan en tecnología para poder facilitar el aprendizaje de los alumnos con discapacidad es la mejor experiencia que me deja, y haber vivido eso me sirve para lo que aprendí allá aplicarlo aquí, y de una u otra forma buscar la manera para conseguir recursos y también facilitar los aprendizajes de alumnos con discapacidad aquí en México”.
Julieta Cardona Zamora, docente de la ENEE que también participó en este viaje académico, coincide con sus estudiantes en las diferencias y similitudes que pudieron apreciar entre ambos países en los procesos de educación especial.
“¿Qué hacen ellos diferente a nosotros? Ellos los van incluyendo con porcentajes, eso fue algo novedoso para nosotros, aquí manejamos dos formas de trabajar: Usaer y CAM, ellos no, en una sola institución lo que hacen es atender a todos y poco a poco a los alumnos que pueden los van incluyendo, es la dinámica que vimos diferente y que nos gustó. Lo comentamos, platicamos esa dinámica que favorece a los procesos de inclusión porque a final de cuenta, aunque estén en un grupo, están dentro de la institución”, explica.
Cardona Zamora destaca, además, las atenciones de sus colegas de la Universidad de Arizona y la inquietud de las y los alumnos por vivir más experiencias académicas de este tipo.